Ya comentábamos la semana pasada algunos de los componentes que necesitábamos para montar nuestro propio PC Gaming y cuáles eran las mejores opciones.
En esta segunda parte analizaremos los elementos restantes para que, al fin, puedas emprender tu carrera en el mundo del videojuego y los streamings. Eso sí, como requisito indispensable, hay que divertirse. 🎮
¡Comenzamos!
El componente que queremos enseñarte a continuación es uno de los más importante, ¿Adivinas cuál?
PROCESADOR
Antes de nada, es preciso entender que la elección del procesador perfecto para nuestras necesidades debemos meditar y conocer bien todas las características del producto, si es compatible con el zócalo de la placa base y, por ende, con los demás componentes. En este artículo vamos a darte una breve guía para orientarte.
Como ya comentamos antes, el procesador es el “cerebro” del PC, y se encarga de interpretar y procesar toda la información e instrucciones que le mandamos. La CPU (como también se lo suele llamar) es indispensable en cualquier ordenador o móvil.
Es evidente que cuanto más potente sea la CPU, mejor rendimiento tendrá nuestro dispositivo, y que dicho rendimiento está marcado por la memoria caché, la frecuencia base o el número de hilos y de núcleos, entre otros aspectos .
Para montar nuestro PC Gaming eficientemente, debemos pensar en procesadores de una gama superior a la que elegiríamos si nuestro equipo fuera a destinarse a tareas sencillas como aplicaciones ofimáticas o navegar por internet. Por ese motivo, iremos al grano y nos centraremos únicamente en ciertas CPU. ¡Empezamos!
El mercado de los procesadores está repartido entre Intel y AMD. Aunque, inicialmente, Intel era el rey de los procesadores (¿quién no ha escuchado alguna vez Intel Celeron o Intel Core i3, i5…?) y copaba el mercado casi en su totalidad. AMD no lograba competir contra la potencia de los procesadores Intel.
No fue hasta hace unos años, con el lanzamiento de las CPU Ryzen, que AMD empezó a ponerse las pilas y a tener la capacidad de hacer verdadera competencia.
Tras este pequeño resumen, aquí están los mejores procesadores para gaming:
Intel: Varios núcleos que aseguran un rendimiento potente sin generar un gasto extra en el consumo eléctrico, por lo que tendrás un motivo para respirar tranquilo/a cuando llegue la factura. Lo malo es que, al acostumbrarse a tener casi el 90% del mercado, sus precios son un pelín exagerados. Para tu PC Gaming te recomendamos cualquiera de los Intel Core de 10ª Gen, desde el i3 hasta el i9. Lo ideal para jugar a nivel pro sería un i5 mínimo. Pero, si andas con un presupuesto ajustado, un i3 puede rendir con juegos que no demanden muchos recursos.
AMD: AMD cuenta con múltiples núcleos que permiten procesar de manera simultánea varias tareas de forma eficiente y rápida. Hay que entender que el punto fuerte de AMD es, precisamente, lo que lo distingue de su rival, por eso, a nivel de precio son bastante coherentes y proporcionan productos asequibles y de calidad. Para tu PC Gaming, cualquier AMD Ryzen de 5 en adelante irá perfecta.
TARJETA GRÁFICA O GPU
La GPU es muy, MUY importante a la hora de montar nuestro PC Gaming. Es fundamental elegir una gráfica con memoria dedicada que esté a la altura en rendimiento para juegos que necesitan muchos recursos. Tener una buena relación de fotogramas por segundo y una reproducción de clips fluida nos ayudará a ganar con menos esfuerzo.
La tecnología de las tarjetas gráficas ha evolucionado increíblemente en los últimos años, hasta el punto de conseguir que los usuarios consigan una experiencia inmersiva. Y, hoy en día, con el auge gaming, hay gráficas de locura. Pero, ¿Cómo saber cuál escoger?
Para empezar, vamos a remontarnos a la parte 1 de este mismo artículo y vamos a hablar de cómo lo RAM afecta a la GPU.
Ya sabes que la RAM es el puente por el que pasa la información del sistema operativo y de los diversos programas del software; ahora te explicaremos qué tiene que ver con la tarjeta gráfica.
Un PC, en general, mueve una cantidad de datos considerable, la GPU transforma esos datos ininteligibles en imágenes para que el usuario pueda asimilar la información. El problema lo encontramos cuando ese PC está destinado a jugar. Además de los programas del software, la RAM tendrá que trabajar constantemente para los recursos que demande el juego, perdiendo velocidad y capacidad. Aún así, no hay motivo para preocuparse porque las gráficas actuales suelen llevar incorporada su propia memoria VRAM (memoria gráfica) dedicada a almacenar todos los datos relativos a los juegos.
En este punto habrás llegado a la conclusión de que en este artículo hablaremos de las GPU dedicadas.
La tarjeta gráfica dedicada: A diferencia que las integradas, es una GPU montada independiente a la placa base. Pero sus diferencias no acaban ahí; las gráficas dedicadas permiten un gran rendimiento gracias a su memoria, dejando intactas las capacidades de la RAM para que ésta funcione a pleno rendimiento en sus tareas. Vamos a ver algunos ejemplos y sus características:
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GeForce GTX 1660: Cuenta con algunos de los beneficios de la arquitectura Turing siendo 1,4 veces más eficiente energéticamente que las gráficas de la generación anterior. Reduce el tiempo de ejecución de las tareas en un 27%. Garantiza buena resolución de fotogramas por segundo en 1080p y es una gran opción en relación calidad-precio.
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GeForce RTX 2060: Subimos de nivel con esta RTX 2060 de 6GB. Al ser Nvidia cuenta con la arquitectura Turing, al igual que su hermana GTX, pero, en este caso, con todos los pros de su tecnología como el trazado de rayos en tiempo real (RayTracing) que proyectan las sombras y los reflejos de un modo alucinante y Tensor Cores que realiza cálculos rápidamente para un funcionamiento óptimo. Lo que está claro es que con una RTX vas a tener de todo menos problemas en cuanto a imagen.
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Radeon RX 580: Cambiamos un poco de estilo, enseñandote esta AMD Radeon RX 580 con hasta 8GB. Con una arquitectura de gama media bastante competente como la GCN 4, esta gráfica permite desarrollar juegos de realidad virutal con fluidez. Un consumo eficiente sin sacrificar potencia la hace suficiente para reproducir y grabar clips de partidas en 4k sin que esto afecte a su rendimiento. Es buena recomendación calidad-precio si lo que buscas es calidad y realismo en VR y juegos 2k.
TIPOS DE REFRIGERACIÓN
Cuando hablamos de la refrigeración de un PC, estamos hablando de un término súper importante que determinará el rendimiento de nuestro equipo y prolongará o acortará la vida de nuestros componentes.
La refrigeración permite a nuestro ordenador mantener una temperatura óptima en el interior para que los elementos que la conforman no se sobrecaliente y provoquen errores fatales. Cualquier PC necesita un sistema de refrigeración, pero, cuando hablamos de ordenadores con una carga de trabajo elevada como en el caso de un PC Gaming, la refrigeración se vuelve un asunto serio.
Existen dos tipos de refrigeración:
Refrigeración líquida: La refrigeración líquida se basa en un sistema de tubos por los que corre un líquido refrigerante. Sí, igual que en los coches. Estos conductos están conectados a una bomba que impulsa el refrigerante por todo el recorrido. Al pasar por los componentes, el líquido absorbe el calor y se dirige hacia un serpentín que, posteriormente, con ayuda de radiadores y ventiladores consiguen enfriarlo para que comience de nuevo el circuito.
Puedes comprar el circuito ya ensamblado listo para instalar, pero es únicamente para la refrigeración de procesador. Si lo que buscas en refrigeración completa, tendrás que montar los conductos uno a uno con habilidad para evitar un desastre al ponerlo en funcionamiento.
Pros: es duradera y muy efectiva. Además, le da a tu PC un aire a laboratorio de ciéntifico loco.
Contras: Tiene un precio más elevado que otros métodos, requiere bastante espacio en la caja y necesitas algo de habilidad y experiencia si no quieres liarla.
Refrigeración por aire: La otra alternativa de refrigeración es la que provocamos mediante la entrada y salida de aire. El funcionamiento es sencillo: en el caso de la refrigeración por aire, es la propiedad de ciertos metales para disipar el calor la que se aprovecha. El cobre o el aluminio son los materiales perfectos para controlar el calor que se genera en el procesador, en la RAM o en la GPU, pero claro, ellos solos no pueden expulsar fuera el aire que caliente. Para eso están los ventiladores, para ayudar a disipar ese sobrecalentamiento introduciendo aire frío por un lado y espirando el caliente por otro.
Muchos componentes integran ya sus propios ventiladores, lo que facilita el mantenimiento de una temperatura óptima. Aún así, son necesarios unos cuantos ventiladores (dependiendo del tamaño de la caja) para una refrigeración eficiente.
Pros: Tiene precios mucho más asequibles, se montan fácilmente y puedes elegirlos con luces LED RGB. Requiere un mantenimiento más sencillo.
Contras: Necesitas montar varios ventiladores para lograr una buena eficiencia, no es tan silenciosa como la r. líquida.
Nosotros te recomendamos que elijas la que más te guste, porque, a fin de cuentas, ambas son buenas opciones.
FUENTE DE ALIMENTACIÓN
Ponte en situación: tienes todos los componentes de tu PC Gaming montados y lo único que te falta para comenzar a jugar es encenderlo, pero, ¿sabes si has elegido la fuente de alimentación correcta?
¡Sigue leyendo y compruébalo!
Lo primero que tenemos que saber es que la medida utilizada para referirse a la potencia eléctrica y su velocidad de transformación es el vatio (W). Y que, por lo tanto, el consumo eléctrico de tu PC se medirá en vatios. Esto es importante, pero lo veremos más adelante.
Para elegir una buena fuente de alimentación, no nos fijaremos en los vatios, nos fijaremos en algo más importante, la certificación. Una certificación al menos “80 plus” garantiza que el 80% de los vatios de la fuente de alimentación se aprovechan y van al PC evitando el desperdicio de energía tan nocivo para el medio ambiente y ahorrándonos disgusto es la factura de la luz.
Existen varias categorías de certificación 80 plus:
White, Bronze, Silver, Gold, Paltinum y Titanium. Cada una tiene un porcentaje mínimo de 80% de W reales destinados al PC. El 20% restante de la energía se transforma en calor. Pero, veamos los tipos de certificaciones:
80 Plus White: Es la certificación más baja. Destina el 80% de la energía al equipo. Aunque sea la la más floja en eficiencia energética, sigue estando dentro del estándar de certificación, por lo que es una fuente de alimentación competente, indicada a ordenadores con menos demanda de energía por parte de alguno de sus componentes.
80 Plus Bronze: Con entre un 82% de aprovechamiento de carga sobre el 100% de rendimiento, se sitúa por delante de 80 Plus White con muy poca diferencia. Está pensada para Pcs que demanden más potencia. La diferencia entre Bronze y Silver es mínima (3%), así que nos centraremos en las siguientes.
80 Plus Gold: 87% de aprovechamiento de carga al 100% y 90% al 50%. Merece la pena invertir en ella para un PC Gaming.
80 Plus Platinum: El 97% de los vatios van destinados al PC con un rendimiento del 100%. Un 10% más que la certificación anterior.
80 Plus Titanium: Con un 94% de aprovechamiento de carga sobre 100% del rendimiento, es la única de certificación que obtiene una eficiencia mínima de 90% en cargas de 10% sobre la potencia total.
Puede que esta explicación sea demasiado breve para aclarar realmente cómo funciona la certificación 80 Plus y qué fuente de alimentación elegir, por eso, en el blog de Miniprice te damos un truqui para calcular la potencia que necesitas para la fuente de tu equipo 👇.
Suma el consumo en W de todos los componentes de tu PC a máximo rendimiento y elige una fuente de alimentación que sea el doble del resultado de la suma. Es muy recomendable elegir una fuente que tenga vatios de sobra para que trabaje holgadamente y así poder maximizar su uso el máximo tiempo posible. Eso sí, cuando obtengas el número de vatios que necesitas, acuérdate de elegir alguna de certificación 80 Plus, el planeta te lo agradecerá.
Y hasta aquí nuestro artículo sobre qué necesitas para montar tu propio Pc Gaming. Esperamos que te haya servido de ayuda o al menos de orientación. Y recuerda, cuando montes tu propio PC Gaming, ¡no te olvides del monitor, el teclado y el ratón!