Actualmente es bastante difícil encontrarse con una cámara de mala calidad. Gracias a la completa oferta por parte de los fabricantes nos encontramos con gran variedad de dispositivos con buenas prestaciones. Pero ¿qué es lo que debemos tener en cuenta a la hora de elegir una u otra si todas son buenas? ¡Todo tiene que ver contigo! Lo complicado a la hora de adquirir una cámara es elegir aquella que mejor se adapta a tus necesidades, sobre todo si eres novato.
Los megapíxeles no importan
Siempre que se habla de una cámara de fotos o de la que tienen los móviles, se hace referencia a la importancia de los megapíxeles. Y esto no es del todo cierto. A día de hoy cualquier modelo que compres va a tener un sensor con los megapíxeles más que necesarios. Lo realmente importante es el tamaño del sensor. Cuanto mayor sea el tamaño, mayor será la calidad.
Si es la primera cámara que te compras, lo mejor es que optes por un sensor APS-C. Otra opción sería apostar por un sensor full frame. Aunque si no la vas a usar profesionalmente, descártalo ya que te ahorrarás una buena cantidad de dinero.
Réflex vs. mirrorless
Las cámaras mirrorless también se conocen por el nombre de cámaras EVIL o sin espejo. Esta clase ha ganado gran popularidad en los últimos tiempos. La principal diferencia es que las cámaras réflex tienen un espejo que refleja la luz. Mientras que las otros permiten que la luz entre directamente hasta el panel LCD.
A la hora de elegir una u otra, debes tener en cuneta que las compactas avanzadas serán tu mejor aliado si quieres llevarla fácilmente pero renunciando un poco a la calidad de imagen. Las ventajas de la réflex son disfrutar de una mayor autonomía, visor óptico, sensores más grandes, mayor calidad de imagen y una mayor oferta en accesorios y objetivos. Por otro lado, las mirrorless son generalmente de menor tamaño, se eliminan las vibraciones y la velocidad de disparo es mayor.
Otros aspectos a tener en cuenta
- Luminosidad. Se identifica con el valor f. Debes fijarte en que este valor sea lo más pequeño posible ya que significa que dejará pasar más luz y, por lo tanto, la calidad de imagen será mayor.
- Sensibilidad ISO. Nos indica cómo funciona en situaciones de poca luz. Para tener un resultado natural en tus fotografías, no podrás usarlo en exceso.
- Estabilizador de imagen. Evita las vibraciones en la imagen. Puede ser electrónico u óptico. El primero obturación rápida para compensar las carencias al tirar de sensibilidad ISO más altas.
- Calidad de vídeo. Lo mínimo que necesitas es Full HD, y si puede ser una cámara 4k, más que mejor. Aunque debes tener en cuenta que esto repercutirá en el precio.
- Conectividad. Los añadidos te facilitarán la gestión de tus imágenes. Wi-Fi, NFC, Bluetooth, etc.
La importancia del objetivo
Las cámaras compactas o bridge son más fáciles de llevar y te salvan de tener que cambiar objetivos. Están dedicadas a aquellos que quieren una cámara para todo, y sobre todo, para usarla en modo automático y con buen zoom.
En cuanto a las cámaras con objetivos intercambiables, estas suelen traer por defecto uno de 18-55 mm que para los inicios está muy bien, pero es bastante limitado. Por lo que si quieres hacerte con otro a mayores, piensa en uno estándar con mayor rango, un teleobjetivo para retratos o un gran angular para grandes escenas.
Debes pensar que los objetivos pueden tener más vida útil que las cámaras, por lo que a la hora de decantarte por una marca u otra, piensa en las posibilidades ofrecidas por la propia casa y de terceros.