Son nuestro soporte, con lo que avanzamos a diario y por muchos otros motivos requieren que los cuidemos muy bien. Atender nuestros pies, consentirlos con masajes, puede ser buenísimo para nuestra salud. Si trabajas mucho tiempo de pie, si caminas demasiado o sueles usar zapatos con tacones o muy cerrados, este artículo te salvará. Queremos que sepas que no hace falta gastar mucho ni invertir tanto tiempo en darle atenciones a tus queridos pies. Lo mejor es que estos ejercicios los puedes practicar en la noche, al llegar a casa o antes de irte a dormir. Para algunos podrías pedir ayuda a tu pareja o alguien con quien vivas, aunque todos los puedes hacer tú mismo incluso mientras ves la televisión. 
Al llegar, libera tus pies del calzado un rato. Cuando tengas unos minutos, lávalos con agua tibia y jabón. Puedes dejarlos sumergidos en agua tibia durante unos 10 minutos, para relajarte mejor; pero si dispones de poco tiempo, sécalos y ponte en una posición cómoda en la cual los alcances con las manos. Toma alguna crema o aceite lubricante y, frotando antes en tus manos, pasa a untar con eso los pies. Hazlo de forma suave. Empieza el masaje con los dedos. Frótalos, estíralos un poco, sepáralos unos de otros. Ve luego moviendo los dedos de las manos por la parte superior del pie, masajeando con algo de presión hasta llegar al tobillo y tocar el talón. Repasa estos movimientos unas tres veces. Pasamos entonces a la planta, masajeando de forma circular y con presión. Tus pulgares serán perfectos para esto. Ve desde los dedos hasta el talón, afincando si tienes alguna zona endurecida. Ahora, con los dedos índice y medio, ve recorriendo con toques a lo largo del pie, como una línea recta por todo el medio. Cambia la dirección y hazlo de abajo a arriba. Rotar y mover los pies desde los tobillos, haciendo círculos, también te ayudará a liberar tensión. Cuando hayas hecho esto, puedes masajear un minuto cada pantorrilla, para terminar de liberar los músculos. Estos ejercicios, que no te llevarán mucho, te aportarán grandes beneficios: relajarán tu cuerpo de manera inmediata, aliviarán dolores en los pies, mejorarán la presión arterial y reducirán la ansiedad. Puedes practicarlos con alguna música relajante o que te guste mucho. Durante la época de frío puede no ser posible, pero andar un rato con los pies descalzos por casa ayudará a que tomen fuerza. 
Si al llegar a casa debes trabajar en tu escritorio o con el portátil -y no tendrás manos o alguien que te haga los masajes-, una buena opción no costosa es tener un hidromasaje. Estos aparatos son maravillosos porque ya incluyen vibraciones, rodillos y burbujas, tú solo debes agregar el agua tibia o caliente. Si a diario dedicas unos minutos a esto, verás cómo tu vida comienza a cambiar desde el primer día.