Al ser un artículo en nuestra cocina que solemos usar con poca frecuencia, le damos menos importancia. Pero existen unos consejos sencillos con los cuales puedes mantener tu horno cuidado, limpio y durará más. Debemos considerar el tipo de horno que tenemos o queremos tener, el uso que le daremos y el material con el cual está hecho interiormente. Si lo usaremos solo para cocinar en casa dos veces por semana o si, por ejemplo, lo usaremos para empezar un negocio de catering o repostería. Para ambos igual te será útil lo siguiente…
¿Qué consejos seguir?
- Asegúrate de que los recipientes que uses para cocinar sean adecuados (que soporten altas temperaturas) y que sean de un tamaño adecuado. Si son muy pequeños, puede haber derrames y esto ocasionar algún incendio.
- El material de los recipientes es importante, ya que algunos hornos tienen sensores de humedad que se dañan con la silicona.
- Evita colocar recipientes o utensilios en el suelo del horno, para eso están las rejillas. Así como tampoco sería bueno pegaran de las paredes del mismo. Estas superficies calientan muchísimo y podrías terminar con comida quemada o peor, pasar un susto.
- Los mejores recipientes para usar, ya que absorben muy bien el calor, son los de color oscuro o con esmalte negro.
- Quienes han horneado bizcochos saben que si abres el horno sin que esté cocida la masa, se pierde volumen, se “pasma”. No podemos estar abriendo cada poco el horno, pues baja la temperatura y se consume más energía para alcanzar la que había.
- Algunos platillos o cazuelas requieren de papel aluminio para la correcta cocción. Éste se puede usar perfectamente, solo procura de que no entre en contacto con el cristal.
- Hay quienes aplican la lógica y creen que dejar enfriar el horno abierto es lo mejor y más rápido. ¡Error! El calor acumulado que se mantiene desprendiendo un rato, puede dañar los muebles de alrededor.
- Y justo por el punto anterior, puedes aprovechar y apagar antes de tiempo el horno. Así dejas que termine la cocción a la par que se va enfriando.
¿Qué pasa con la limpieza del horno?
Queremos dedicar un segmento aparte, ya que es importante y varía según el material con el que esté hecho. Sea cual sea, limpiar el horno es fácil. Algunos permiten incluso retirar y desmontar la puerta, con lo cual puedes lavar el cristal en el fregadero. Recuerda desconectarlo si es eléctrico o si tiene el encendido eléctrico.
- Interior autolimpiante: Solo debes pasar un paño para quitar el polvo que se forma al carbonizar (el mismo horno) la grasa.
- Interior enlozado: Un paño con algún producto de limpieza bastará. Recuerda que debe ser no abrasivo. Aclara muy bien el producto y deja secar y airear antes de usar el horno.
Como ves, los consejos son muy sencillos de seguir, no suponen esfuerzo. Al seguirlos evitas accidentes y tu horno tendrá una vida más larga. ¡Si te ha parecido útil este artículo, compártelo!