¿Alguna vez has sufrido el drama de haber mojado el móvil de manera accidental y tener que hacerte con uno nuevo?
Sabemos que los accidentes pasan y que un porcentaje muy alto de los usuarios de teléfonos móviles han tenido que cambiar su dispositivo tras haberlo mojado (a quien no se le haya caído un móvil al váter alguna vez que tire la primera piedra). Para nuestro alivio, esos tiempos han pasado a mejor vida, y hoy podemos decir que la mayoría de los smartphones que se fabrican están impermeabilizados en mayor o menor medida.
Hay desde teléfonos móviles resistentes a salpicaduras hasta sumergibles a varios metros de profundidad el tiempo que especifique la marca.🏊🏼♂️
Para saber si tu smartphone es waterproof o no debemos fijarnos en el grado de protección IP. ¿No tienes claro lo que es? No te preocupes, nosotros te lo explicamos.
La certificación que el mundo necesitaba
Por suerte para los más patosos, hubo quien pensó que quizás era posible (y más que necesario) encontrar la manera de evitar que algo tan... ¿elemental? como el agua o las inclemencias del tiempo pudieran convertir en un pisapapeles un aparato imprescindible hoy en día. Así nació la certificación IP:
La certificación IP (Ingress Protection) es un estándar acordado por la Comisión Electrónica Internacional. En concreto, es la norma CEI 60529 la que establece una escala de hermetismo e impermeabilidad, a diferentes grados, de los dispositivos o equipos electrónicos.
Hay que tener en cuenta, que la CEI 60529 no habla solamente del conflicto acuático, también considera la entrada de todas las partículas minúsculas como polvo, pelusas, virutas, polen..., que puedan afectar al funcionamiento de los dispositivos en general.
Pero, ¿es difícil llegar a esos estándares?
La realidad es que la cuestión del hermetismo y la protección suele traer de cabeza a los fabricantes que, poco a poco, se han tenido que ir poniendo las pilas para no quedarse obsoletos.
Controlar todos los factores externos que puedan perjudicar al sistema eléctrico de los aparatos es prácticamente imposible, por lo que están constantemente en busca de novedades en cuestiones de metodología y materiales para producir dispositivos cada vez más seguros. Aunque eso suponga un coste extra para los usuarios.
¿En qué consisten las pruebas para obtener el grado de protección IP?
En ambientes controlados, se somete a los equipos a una serie de pruebas rigurosas que determinarán qué tipo de calificación merecen. El laboratorio donde se realicen debe ser independiente para garantizar la objetividad del estudio. Principalmente se realizan dos tipos de pruebas con una escala de dificultad ascendente.
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Prueba de impermeabilidad: Estas pruebas van desde las salpicaduras a diferentes ángulos y distancias hasta la inmersión del objeto a una profundidad determinada durante un tiempo determinado. Tras cada nivel, igual que en las pruebas de hermetismo, se comprueba su interior y si funciona correctamente.
Significado de los dígitos
Una vez superadas todas las pruebas se le asigna al smartphone una numeración que puede llegar a 3 dígitos y 2 letras. Aunque, lo común es encontrarnos IP y dos únicos números, así que, en este artículo solo nos centraremos en ellos.
El primer dígito corresponde al grado de protección contra el polvo y consta de 6 niveles:
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Nivel 0 : No tiene protección contra el polvo.
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Nivel 1: Resistencia hermética a partículas menores a 50mm.
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Nivel 2: Resistencia hermética a partículas menores a 12,5mm.
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Nivel 3: Resistencia hermética a partículas menores a 2,5mm.
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Nivel 4: Resistencia hermética a partículas menores a 1mm.
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Nivel 5: Las partículas de polvo pueden entrar pero no afectan al funcionamiento del dispositivo.
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Nivel 6: No entra polvo.
El segundo dígito señala el grado de protección contra el agua y va desde el nivel 0 hasta el 9K:
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Nivel 0: No tiene protección contra el agua.
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Nivel 1: Resistencia a salpicaduras.
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Nivel 2: Resistencia a salpicaduras en un ángulo de hasta 15º.
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Nivel 3: Resistencia al agua pulverizada en un ángulo de hasta 60º.
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Nivel 4: Resistencia a chorros de agua durante 5 min en cualquier ángulo.
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Nivel 5: Resistencia a chorros de agua de una boquilla de 6,3mm durante 3 min.
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Nivel 6: Protección contra chorros de agua de una boquilla de 12,5mm durante 3 min. A una distancia mayor a 3 metros.
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Nivel 7: Resistencia a una inmersión completa, a un metro de profundidad durante mínimo 30 min.
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Nivel 8: Resistencia a una inmersión completa a más profundidad y durante más tiempo que en el nivel 7.
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Nivel 9K: Resiste a chorros de agua caliente a una temperatura de hasta 80º y una distancia mínima de 10-15 cm.
Si un móvil es resistente al polvo y sumergible a un metro durante 30 minutos, obtendrá una certificación IP67, y ese grado de certificación será igual para todos los móviles del mismo modelo.
Aun así, no es conveniente forzar los límites de resistencia de los dispositivos metiéndolos en agua innecesariamente o sobreexponiéndolo a circunstancias que favorezcan la entrada de polvo o partículas durante un tiempo prolongado. Por mucha certificación IP que tenga un aparato, los fabricantes suelen especificar en la garantía que las pruebas se realizan en un entorno controlado y que no se harán cargo de reparar las averías producidas por líquidos o un mal mantenimiento del teléfono.
Por eso, si tienes un smartphone con grado de certificación IP67 o más, aprovecha las ventajas que te ofrece sin forzar sus capacidades, o correrás el riesgo de quedarte sin teléfono.