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Diferencias entre monitores de 60Hz y 144Hz

13 julio, 2015

Un dato con el que probablemente te hayas encontrado al informarte de las especificaciones técnicas de varios monitores es la frecuencia de refresco, que se mide en Hertzios (Hz). En este artículo te contamos las diferencias entre monitores de 60Hz y 144Hz, dos de los valores más habituales a este respecto, con la intención de ayudarte en tu próxima compra. La frecuencia de refresco, también llamada tasa de refresco, es el número de veces por segundo que un monitor es capaz de refrescar la imagen de la pantalla, de actualizarla. Esta tasa se expresa en Hercios (Hz), que en realidad también se utiliza para otras muchas cosas, puesto que un Hz indica el número de veces que algo pasa en un segundo. En este sentido, un monitor de 60Hz actualiza la imagen de la pantalla 60 veces cada segundo, mientras que el de 144Hz lo hace 144 veces cada segundo. Por tanto, un monitor de 144Hz tiene más capacidad de respuesta que uno de 60Hz y ofrece, pues, una imagen más realista. Y eso nos lleva a concluir que uno de 144Hz es mejor… si se dan otra serie de circunstancias en el ordenador.

Hz y FPS, íntimamente ligados

Para poder elegir bien entre monitores de 60Hz y 144Hz y saber cuál es más apropiado para nuestro ordenador, hay que aclarar el concepto de frames por segundo (FPS). El número de FPS es el número de imágenes que es capaz de generar la tarjeta gráfica de tu ordenador en un segundo. Hay que recordar que el modo que tiene tu equipo de dar sensación de movimiento es la de mostrar imágenes fijas una detrás de otra, muy rápidamente: 24fps, 25fps, 30fps, 50fps…De esta manera, 1Hz se debería corresponder con 1fps. ¿Por qué es importante conocer este dato? Porque si ambas cifras no van de la mano, pueden aparecer problemas de sincronización y de imagen, aunque prácticamente son solo apreciables en el gaming. Por ejemplo, el ´screen tearing´: el monitor es de 60Hz pero el equipo emite más de 60fps, lo que hace que la pantalla muestre dos o más frames al mismo tiempo. El remedio ya está inventado: el Vsync, que bloquea el número de FPS para que no sean superiores a los Hz del monitor. Pero esto tiene algún ‘efecto colateral´: el rendimiento del equipo baja y puede aparecer ‘sluttering´ o tartamudeo, algo así como una inestabilidad de frames. También puede aparecer cierto ‘input lag´, que viene a ser un retardo entre la pantalla y el ratón o teclado. En el caso contrario, si el monitor ofrece más Hz que los FPS que es capaz de generar la tarjeta gráfica, realmente no se produce ningún desajuste, simplemente no hay mejora de calidad de imagen, no hay mayor fluidez. O dicho de otra manera: estamos ‘tirando Hz a la basura´. Por tanto, ¿es mejor un monitor de 144Hz que uno de 60Hz? No siempre. Es mejor solo si la tarjeta gráfica de tu ordenador es lo suficientemente potente como para generar los FPS que es capaz de actualizar el monitor, y que la relación entre ambos valores sea más o menos proporcional. En cualquier caso, las propias tarjetas gráficas han evolucionado mucho y han incorporado avances como el G-Sync de NVIDIA o el Freesync de AMD que solventa en buena medida estos desajustes. En resumidas cuentas, la conclusión es que antes de elegir entre monitores de 60Hz y 144Hz, debes primero asegurarte de si la capacidad de tu ordenador soportaría un monitor de máxima tasa de refresco. Y además, pensar qué uso le vas, puesto que estas diferencias son prácticamente son solo apreciables si se va a jugar a videojuegos de alta calidad. Consulta todos los monitores y las diferentes frecuencias de refresco, conexiones HDMI, DVI y VGA en Miniprice



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